En las buenas y en las malas.

septiembre 22, 2009

Los que me conocen saben que siempre he sido chiva. Siempre. Tenía un par de semanas de haber nacido cuando me llevaron al Jalisco por primera vez a ver a las chivas, y nunca, a pesar de todo, he considerado irle a otro equipo que no sea el Guadalajara.

He estado con el equipo en las buenas y en las malas, he celebrado sus triunfos y lamentado sus derrotas, aguanté 10 años sin conocer un campeonato mientras otros equipos los conseguían (excepto el Atlas, claro), entre ellos el Santos, por lo que me tocó aguantar mientras viví en Torreón.

Con las chivas hice amigos, gané apuestas, las perdí (y las pagué), aplaudí algunas decisiones de Jorge Vergara y condené otras, acepté los cambios en la playera y en el escudo (y las protestas me parecen RIDÍCULAS, con mayúsculas y negritas), y con todas las buenas y a pesar de las malas, jamás me rendí, jamás pensé cambiar de equipo.

Tampoco ahora.

Después de la historia que tengo con el Guadalajara, no estoy preparado para apoyar a otro equipo, de Guadalajara o del resto del país, nacional o extranjero, internacional o de liga (eso incluye a la selección mexicana), de primera división o de la división de ascenso. No puedo y no lo haré. Pero tampoco puedo seguir con las chivas.

La razón es Raúl Arias, así de simple.

Raúl Arias es (y déjenme agarro aire, por que hasta coraje me da hablar del asunto) de lo peor que le ha pasado al futbol nacional. Su estilo le roba al deporte el espectáculo que hace la pena pagar por verlo en el estadio, y que siempre ha caracterizado a (las que fueron) mis chivas. Es molesto para el rival y, he de suponer, vergonzoso para los aficionados al equipo que dirija en ese momento. Siempre le visto ese estilo como... vaya, como trampa, por decirlo de alguna manera.

Desde que tengo entendimiento del futbol he criticado ese estilo, y ahora que viene a dirigir al equipo con el que he estado siempre, ¿Se me va a olvidar y voy a decir que está bien? ¿Voy a celebrar un triunfo jugando a esconderse y aprovechar el primer descuido para anotar? ¿Me voy a sentir bien si ese estilo lleva al equipo al campeonato? NO.

Lo consideré un tiempo, y primero pensé que estaría bien darle una oportunidad, ver dos o tres partidos antes de decir que ya no era chiva, pero no puedo, me han perdido. ¿Volveré? Por supuesto, cuando Raúl Arias se vaya o demuestre que puede jugar como la afición de las chivas se merece, volveré, pero mientras no, y no estaré pendiente de los partidos a ver si esto sucede. Por los encabezados (disculpas donde ponderan ganar sobre jugar bien, principalmente) que he leído me imagino que hice bien.

Y reitero, por que es importante, no pienso cambiarme de equipo, los comentarios (que seguramente más de uno pensará en dejar) de "ya le puedes ir a [nombre del equipo de su preferencia]" serán en vano.

He dicho.

2 comments:

Cron dijo...

Realmente nunca me ha gustado el futbol, asi que no puedo empatizar con tu sentir.

Pero echale ganas. XD

Bill Mano dijo...

Bueno, por lo menos no les está lloviendo como a los Gallos Blancos de Pueblétaro.

Pensándolo bien, los gallos son la muestra más grande del espíritu deportivo: A todos sus rivales les regalan 3 puntos.

Eso es ser dadivoso